Tania Fuenzalida Diaz

Desde 2001, vivo cerca de esta magnífica cadena de montanas que son los pirineos, en Ariège. He fundado mi familia.
Nací en 1968, en esta larga lengua de tierra, entre la cordillera de los Andes y el océano Pacifico, en Santiago de Chile. En 1973, después del golpe de estado, mi familia se refugió en Francia, en la región de Languedoc. En 1981, Mozambique fue nuestra siguiente morada.

El país estaba en plena mutación, acribillado por las milicias
destructoras. En 1983, por nuestra seguridad volvemos a Paris.

Tengo 16 años, y quiero hacer estudios en una escuela de bellas artes.
En 1984, a pesar de la dictadura, volvemos a Chile, para vivir de
la tierra, cerca de Santiago. En esos años entonces comencé estudios
de fotografía en la escuela ARCIS de Santiago. De nuevo, este país
es sinónimo de violencia y de ruptura familiar. Con mi mayoría de
edad decido volver a Francia. Cinco años en Paris, en los que realizo
estudios universitarios en fotografía, cine & video para finalmente
terminar en artes plásticas. Después de mi última estadía en Chile,
estoy en sufrimiento, a la deriva. Por los bemoles de la vida vuelvo a
Languedoc, y como si fuese un barco, hago naufragio. Abandono los
estudios, y por fin, me permito tocar el fondo.
La pintura se transforma en un apoyo, en como contarme.
La pintura es igualmente un desafío, que me permite enfrentar mis
fragilidades y mis fortalezas. Se transforma en una discreta guía que
me permite encontrar los lazos. Descubrir mis raíces Amerindias
tanto tiempo rechazadas. La pintura no como un vector de mis
angustias y miedos, pero más bien como un faro que ilumina mis
sueños ocultados. He necesitado 20 anos de pintura et de remolinos
existenciales para llegar a la madurez y a la confianza de mi impulso
creativo en donde vuelco lo mejor de mí misma.
Crear es mi palabra maestra que acompaña mi camino de vida.